La Antártida, un territorio único situado “en el fin del mundo”, no pertenece a ningún país, sino que es gestionado por varias grandes potencias. Sus objetivos solo pueden ser científicos y pacíficos, según establece un derecho internacional muy protector. Pero se trata, a su vez, de un territorio muy codiciado. ¿Por qué? (Disponible hasta el 07/04/2028)