En los últimos veranos, grandes extensiones de bosque siberiano se han quemado en enormes incendios forestales. Fue en ese momento cuando Rusia comenzó a tomar conciencia de las consecuencias del cambio climático. Favorecidos por las altas temperaturas estivales, las escasas precipitaciones y las condiciones de fuerte y constante del viento, los incendios aumentan en estas zonas escasamente pobladas de Siberia, en Rusia y cubren las ciudades y los paisajes circundantes con humos tóxicos que podrían afectar a la salud de sus habitantes y cambiar el clima. (Disponible hasta el 13/09/2049)