El Parque Nacional Eifel en Renania del Norte-Westfalia es considerado el pulmón verde de Alemania Occidental. La región, que limita con Bélgica y Luxemburgo, es hoy el escenario de una experiencia pionera: en tres cuartas partes de este territorio, se ha abandonado la tala y la naturaleza recupera poco a poco sus derechos.