Durante la noche del 18 al 19 de agosto de 2020, varios jóvenes coroneles del ejército de Malí derrocaron al impopular presidente Ibrahim Boubacar Keïta, siete años después de su llegada al poder. Un golpe de estado aclamado por la población, que recobraba la esperanza en el futuro de un país cuyo presente es muy turbulento, servicios públicos deficientes, ataques de grupos terroristas vinculados al yihadismo y muchos brotes de violencia entre comunidades. Pero la victoria política de los militares en Mali trata de ocultar su fracaso sobre el terreno. Durante varios meses, el ejército de este país africano se había convertido en el objetivo preferido de los yihadistas, con ataques a campamentos y convoyes militares que dejaron un reguero de muertos y heridos. (Disponible hasta el 13/11/2023)