In der Türkei wurde der Mindestlohn gerade um 50% erhöht, doch die Steigerung wird vermutlich von der Inflation aufgefressen. Führungskräfte und die Mittelschicht, deren Gehälter nicht so stark steigen, fühlen sich von dieser populistischen Maßnahme überrollt. Sie wurde zwei Monate vor den Kommunalwahlen ergriffen, die die regierende AKP gewinnen will.
En Turquía, el salario mínimo acaba de aumentar un 50%. La subida se produce en un contexto de inflación galopante, que podría llevar los precios a nuevas cotas y frenar la economía del país en el primer trimestre de 2024. Los directivos y la clase media, cuyos salarios se estancarán, sienten que se han convertido en sacrificios con esta medida, tomada justo dos meses antes de las elecciones municipales que el partido gobernante AKP espera ganar.