Llegamos al final de la tercera temporada (o no del todo, atentos a la semana que viene) con nuestro clásico episodio de cierre a favor de algo. Y hemos elegido a España, al lugar que nos vio nacer, este país que amamos pese a todo porque la comida está rica, el vino bueno es barato y ha conseguido ser rabiosamente moderno pese a ser hasta hace nada el cortijo de un dictador meapilas. Así nosotros también decimos: viva España. No, no como lo dicen esos otros. Tampoco nos pasemos.