Ser joven es un asco. Ser viejo también. ¿Qué hacemos, entonces? Estirar la juventud, traerla a nuestro terreno y ejercerla cuando tenemos suficiente cerebro, experiencia y DINERO para poder practicarla sin riesgos ni estrecheces. En resumen: en este programa damos una voltereta metafísica para ahondar en la cuestión de cómo la juventud es una cualidad que solo se puede disfrutar del todo cuando ya se ha perdido.