Aída ya no aguatan más el pasotismo de su hermano y decide ponerle de patitas en la calle. Refugiado en un banco, su actitud será emulada por un grupo de 'hippies'.Harta de ver cómo su hermano se escabulle a la hora de realizar las tareas del hogar, Aída decide echarle a la calle. Desahuciado, Luisma se topa con dos hippies que, al verle postrado sobre la acera, le confunden con uno de ellos y comienzan a ensalzar su compromiso con la lucha contra el cambio climático.
Harta de ver cómo su hermano se escabulle a la hora de realizar las tareas del hogar, Aída decide echarle a la calle. Desahuciado, Luisma se topa con dos hippies que, al verle postrado sobre la acera, le confunden con uno de ellos y comienzan a ensalzar su compromiso con la lucha contra el cambio climático. Nuevos hippies se irán sumando paulatinamente a la “protesta” de Luisma.
Lorena y Jonathan encuentran un sobre repleto de billetes y, sin pensarlo dos veces, deciden invertirlo en caprichos. Pronto descubren que se trataba de un adelanto que Aída había solicitado al banco para cubrir los gastos de reparación de la calefacción. En primera instancia, ambos adolescentes desechan la posibilidad de subsanar el error pero, ante la desesperación de su madre, convencida de haber extraviado el dinero, comienzan a replanteársela.
Fidel está indignado después de enterarse de que a Jonathan le han puesto mejor nota que a él en una redacción que para el profesor resultó mucho más amena que la suya. Chema le aconseja que busque nuevas experiencias para después poder contarlas, por lo que el joven decide comenzar a llevar una vida de bohemio. Los problemas aparecen cuando Fidel se toma demasiado en serio el giro que pretende dar a su vida.