Chema se obsesiona con su edad después de que lo confundan con el padre de Soraya. Mientras tanto, Mauricio le quita a Luisma la idea de montar un locutorio y él, cuando se entera, le roba a los clientes. Además, Jonathan lo deja con su novia porque ella no quiere consumar la relación hasta los dieciocho y Lorena se enfrenta a un grave problema, cree que le gusta al novio de Paz y no sabe qué hacer...
Montar el primer locutorio telefónico en el barrio es el negocio que Luisma planea poner en marcha próximamente. Tras conocer el plan empresarial del hermano de Aída, Mauricio decide adelantarse arrebatándole la idea. Poco después, ambos mantienen una dura confrontación en la que utilizan cualquier medio a su alcance para aumentar su incipiente clientela.
Preocupado por el cuidado de su imagen, Eduardo decide depilarse y Lorena se ofrece ayudarle. Durante la depilación, el novio de Paz sufre una repentina erección, situación que hace creer a la joven que el atractivo piloto está profundamente interesado en ella.
Jonathan y Mecos conocen a dos hermanas con las que despliegan su encanto y simpatía. Mientras Mecos logra intimar con una de ellas, el hijo menor de Aída no logra conquistar a la otra joven. Desesperado, el adolescente intenta convencer a su amigo para efectuar un cambio de pareja, iniciativa en la que fracasa nuevamente.