Richard estropea una importante venta, lo que puede suponer el fin de la amistad entre Félix y él. De momento, Félix toma la determinación de echar a Richard del negocio, así que éste busca trabajo en otra inmobiliaria. Aquí entran en directa competencia por la venta de dos pisos a un mismo cliente (Micky Nadal) y en un mismo bloque de viviendas. Los dos amigos, viendo que no pueden ser rivales de por vida, resuelven su problema a su manera. Por su parte, Diana y Aída van a tener problemas relacionados con la cuestión sexual. La primera por aconsejar a una compañera que “salga del armario” verá peligrar su puesto de trabajo. Y Aída, que por fin ha encontrado un mirlo blanco que la haga feliz, un hombre amable, atento y educado, descubrirá una vez llegado el momento de la verdad, que el susodicho es un desastre en la cama. Todos aconsejan a Aída que le dé una nueva oportunidad, pero ella no quiere.