Paco tiene trabajo de segurata en la última gira de los Rolling Stones. Le ofrece un pase a David. Éste no puede ir, así que Paco cede la invitación a Gonzalo, quien la rechaza por despecho: no quiere ser segundo plato. La amistad entre ellos se deteriora. Paco hace todo lo posible por agradarle. Pide ayuda a Carlota, pero su torpeza en las atenciones con Gonzalo colman la paciencia de éste. Surge una rivalidad infantil entre ellos que enfurece a Sole. Ésta se las ingenia para colocarles las esposas y dejarlos solos en el bar durante la noche. Maniatado a Gonzalo, Paco no puede asistir al concierto de los Stones. Gonzalo, entonces, telefonea al jefe justificando una indisposición de Paco. Éste le agradece el gesto de amistad. Los dos se reconcilian. A la mañana siguiente, ambos se compenetran para servir los desayunos con las manos esposadas. Diana recibe con recelo la llegada de su hermana Olga, que levanta pasiones entre los chicos. Carlota y Diana sienten celos del éxito de Olga. Sin embargo, descubren que está acomplejada por ser tan perfecta. Olga quiere aprender a ser imperfecta, como su hermana. Le pide consejo. Después de enumerar todos los posibles defectos, sólo le encuentran uno: se come las uñas. Diana y Carlota le hacen ver que es un evidente síntoma de imperfección, algo que parece encantar a Olga. Pero eso no impide que siga manteniendo su elevado ritmo de conquistas. Cristina intenta localizar a David. Le pide a Sole que le informe de que debe acudir al hospital. Sole deduce que Cristina está a punto de dar a luz, y busca desesperadamente a David con la ayuda de Carlota. Aunque hace todo lo posible por localizarle, es en vano. Al final, David deja a Carlota una cinta de vídeo en la que se puede ver una ecografía del futuro bebé. Sole y ella la contemplan emocionadas.