Carlota y Paco descubren a David y Laura en una situación comprometida. Eso hace recapacitar a Carlota que se niega a mantener una relación con Paco. Su decisión queda confirmada cuando Sole le cuenta que Gonzalo, tras la ruptura, ha decidido ingresar en un seminario. Carlota les pide a todos que la acompañen a buscarle. De camino, en medio de una fuerte tormenta, el coche se estropea y deben pasar la noche en una tétrica posada regentada por un misterioso e inquietante personaje. Paco está muerto de miedo y se quiere ir pero no les queda más remedio que quedarse allí. El posadero les dice que sólo tienen dos habitaciones. Una para David y Laura y la otra para los demás. Sole, sin embargo, se niega a tener que aguantar los ronquidos de su hijo y decide conseguir otra habitación cueste lo que cueste.