Ramiro enfrenta un escenario que muchos viven cuando sus padres envejecen. Su madre, Rubí, ha presentado signos de senilidad y decide llevarla a vivir con él, su esposa y su hijo. Todo marcha tranquilamente, Rubí se acostumbra a la familia y fortalece sus lazos con su nieto Mauro, con quien tiene gran complicidad. Sin embargo, Rubí oculta un pacto que hizo con su difunto marido: Que él la vendría a buscar cuando se cumpliera el 40 aniversario de su matrimonio. Y ese evento se producirá este año.