El Dorado, die legendäre Stadt aus Gold, ist wohl nur ein Mythos. Aber was in den Minen von Las Cristinas im Süden von Venezuela passiert, ist bittere Realität. Umgeben von Regenwald und mitten im Stammesgebiet indigener Völker befindet sich hier eines der größten Goldvorkommen Südamerikas. Seit die Regierung einer ausländischen Firma die Lizenz zum Schürfen entzogen hat, fielen 40.000 Schatzsucher in das Territorium ein – mit fatalen Folgen für Mensch und Natur. Um mehr über den Goldrausch und die obskuren Bandengeschäfte, die dahinter stecken, zu erfahren, wagt sich Reporter David Beriain in die Höhle des Löwen. Doch der ist in einem korrupten Syndikat organisiert und bis an die Zähne bewaffnet!
David viaja hasta el sur de Venezuela, un área con las mayores reservas de oro probadas de América del Sur. Tras la expulsión de las empresas multinacionales que lo explotaban, el territorio quedó a merced de la fiebre del oro y de los 40.000 mineros buscavidas venidos desde diferentes países. La ausencia del Estado provocó robos y violencia hasta la llegada de los “sindicatos”, una especie de bandas mafiosas que imponen el orden a base de plomo. Acompañado por los sindicatos, David podrá acceder a algunos de los túneles y galerías para conocer de primera mano la dureza del trabajo de los mineros. David Beriain recorre todos estos lugares observando cómo la codicia de unos pocos y la necesidad de muchos se convierte en una especie de Estado paralelo, cuya moneda es el oro y la ley la de las armas.
David viaja hasta el sur de Venezuela, un área con las mayores reservas de oro probadas de América del Sur. Tras la expulsión de las empresas multinacionales que lo explotaban, el territorio quedó a merced de la fiebre del oro y de los 40.000 mineros buscavidas venidos desde diferentes países. La ausencia del Estado provocó robos y violencia hasta la llegada de los “sindicatos”, una especie de bandas mafiosas que imponen el orden a base de plomo. Acompañado por los sindicatos, David podrá acceder a algunos de los túneles y galerías para conocer de primera mano la dureza del trabajo de los mineros. David Beriain recorre todos estos lugares observando cómo la codicia de unos pocos y la necesidad de muchos se convierte en una especie de Estado paralelo, cuya moneda es el oro y la ley la de las armas.