Continúan las investigaciones sobre el asesinato de Peter Von Parker. Ya con el informe forense que reafirma que Alejandro no fue quien mató al hijo del Barón, éste es reincorporado a la Unidad de Homicidios. Le encargan el caso de Lionel Hernández, otra posible víctima de la viuda negra. Mientras tanto, Inmaculada, despreocupada, continúa su lucha para encontrar a su hija. Es así que concurre a la ayuda de Julio Castillo, un hombre que, junto con Matías Humboldt como aliado, planea destruir a la Baronesa y quedarse con toda su fortuna. Pero su mucama, Sonia, sospecha segundas intenciones al ver que el marido de Inmaculada pretende llevarla a una hacienda. Es por eso que decide alarmar a la policía sobre esto.