El 25 de agosto de 2003 un hombre buscaba comida para sus pájaros en un contenedor de basura, pero lo que encontró fue la cabeza de una mujer. Junto a la cabeza había otras seis bolsas que contenían el resto del cuerpo descuartizado. La primera incógnita por resolver era la identidad de la víctima. Edith Napoleón fue asesinada, descuartizada y arrojada a un basurero. Trabajaba de prostituta para una mafia nigeriana que la controlaba a través del vudú.