Marisol va desarrollando un espíritu rebelde. Cuando se casa, ve una vía de escape a la situación de manejo que siente en su vida. No logra cumplir uno de sus mayores sueños: ser madre. Tras unos años de un matrimonio amargo, Marisol consigue romper su relación con el productor y encontrar la felicidad al lado del bailarín Antonio.