Tras la ruptura del grupo, Julio y Gustavo emprenden carreras en solitario: Julio ha conseguido la fama como presentador de un programa infantil en el que canta canciones ñoñas y hace manualidades. Mientras tanto, Gustavo ha formado un dúo musical con su novia, pero hay un problema: a Candela empieza a subírsele el ego a la cabeza.