Superadas las dudas, María del Pilar y Nicolás se aprestan a casarse, no obstante, surge un problema de última hora que toma por sorpresa a todos. Resulta que María del Pilar nunca se separó legalmente de su anterior esposo, lo que complica el nuevo matrimonio, es por ello que Catalina decide intervenir y le echa una mano a su amiga para acelerar el proceso de divorcio.