Pablo llega al límite y decide que lo mejor que puede hacer es dar por terminada su relación con Lucía, quien, por su parte, no se sorprende ante esto y le confiesa que ya había vislumbrado ese final desde el mismo día que vio cómo él miraba a Julia en la oficina de la firma. Entre tanto, Alfredo y Nicolás, al enterarse de la noticia, creen que su colega Pablo obró correctamente.