En el salón de bodas, Jesús fotografía a una novia guapísima que además tontea de forma descarada con él. Éste se lo cuenta a Óscar, quien trata de disuadirle porque dice que ella tontea con todo el mundo, incluso con él porque es una “tocona”. Pero Jesús busca a Elena y le explica que sabe lo que siente por él y que es mutuo. Elena se ríe y delante de todo el mundo explica con pelos y señales el patético malentendido de Jesús, humillándole con gran naturalidad ante sus familiares. Una vez en casa se masturba pensando en ella y justo cuando eyacula aparece Nuria en casa, buscando guerra. Hoy es su día de máxima ovulación y se tienen que acostar como sea. Pero ahora Jesús no puede y tiene que confesar lo que acaba de hacer.