Después de recorrer sus tierras, Constantino León recibe la grata sorpresa de la visita de Oblonski. Éste le explica los motivos de la visita: verle, cazar con él y vender unos terrenos que posee en la zona. Constantino sabe, por Oblonski, los pormenores de la enfermedad de Kitty y el nuevo destino de Wronsky. La presencia del conde en el lugar del veraneo de Ana supone para ambos una felicidad que preocupa a los demás miembros de la familia.