Nico tiene problemas para pagarle el alquiler del local al señor Gil, con el que se lleva fatal. A fin de darle donde más le duele, Nico concierta una cita con Paula (la hija del señor Gil) y la conquista con sus dotes de seductor. Dispuesto a cualquier cosa para cortar esta relación, el padre le perdona la deuda y le ofrece un contrato más ventajoso con la condición de que no vuelva a ver a Paula. Nico acepta, pero cuando recapacita se da cuenta de que la chica le gusta mucho. Por otro lado, Blas está preocupado porque tiene sueños “raros”. Félix le hipnotiza para descubrir con quién sueña, pero la sesión de hipnosis acabará convirtiendo “Cheers” en un caos.