En Me voy a comer el mundo Verónica viaja a París. Allí, visita un restaurante en el histórico Passage des Panoramas donde prueba el pato y el champagne, dos clásicos franceses. También conoce los guisos más tradicionales de la mano de Daniel el chef del restaurante Pyrenées Cevennes. Por otro lado, visita el mercado más antiguo de la ciudad, el Marché des Enfants Rouges; una fromagerie tradicional en la que prueba los quesos más típicos, prepara la blanquette de veau (típica carne de ternera) en casa de una de sus anfitrionas, y los más auténticos macarons en la confitería Fauchon. Otro punto dulce de la visita es Du Pain et Des Idées, donde tienen unos de los mejores croissants hechos por Cristophe Vasseur. Por último, prueba la mítica quiche... ¡dentro de una sala de cine!