Carlitos creyó en las palabras de Augusta y no sospechó de ella ni de su hermano. Pero Horacio no corrió la misma suerte con su padre, ya que Ernesto lo encaró e incluso lo golpeó, desatando el caos en la hostería. María Elsa visitó a Camilo en la cárcel y le reveló la triste noticia sobre su hija. Guillermina, en cambio, fue encontrada inconsciente en su escritorio. Armando invitó a Ernesto a cenar y junto a Estela, le propusieron casar a sus hijos más rebeldes. En paralelo, María Elsa y Horacio disfrutaron de una gran conversación en la fiesta que dio Mechita en la hostería y, ante todo el caos que cada uno vive, por fin mostraron una sonrisa.