Kike no aparece. Luis sospecha que a Girón se le ha ido la mano y entre los hermanos surgen dos bandos: de un lado Carlos, Miguel y Ana, que no quieren que Kike siga siendo el tutor; y del otro solo Laura, que ahora cree saber quién es realmente Kike, quiere que se quede e intenta convencer a Lola. El enredo está servido y en esa situación, una confusa Laura decide que lo mejor es poner tierra de por medio...Y todo, porque los resultados de la prueba de paternidad que se han hecho Luis y Kike todavía no están claros y los dos hermanos han hecho trampas. La confusión crece en casa de los Molina cuando se extiende el rumor de que Luis va a morir, hasta el punto de que él mismo acaba creyéndoselo.