Ema no puede sacarse de la cabeza a Antonio y mucho menos el beso que se dieron. Pero su cabeza le está jugando una mala pasada y cree que lo mejor es confesar la verdad antes de perder a su familia, por lo que ella considera, un error.
Ema no puede sacarse de la cabeza a Antonio y mucho menos el beso que se dieron. Pero su cabeza le está jugando una mala pasada y cree que lo mejor es confesar la verdad antes de perder a su familia, por lo que ella considera, un error.