Diego está decidido a llevar a cabo su plan, poco le importa haber estado al borde de la muerte. El empresario está desquiciado y su locura parece no tener fin. Por otro lado, Paloma está convencida de que tiene posibilidades con Rafael, por eso trata de enamorarlo a toda costa. María, en cambio, no sabe que pasó entre la bailarina de tango y su novio.