Hasta hace bien poco Hugo Bermúdez era un hombre sencillo, con una vida sencilla y sin sobresaltos. Un hombre viudo cuya vida consistía en ir de la casa al trabajo y del trabajo a casa. Todo cambia el día en que sus jefes le ponen de patitas en la calle y sin indemnización. Sin recursos, acuciado por la hipoteca y las facturas y, sobre todo, con un hijo adolescente a su cargo, a Hugo sólo le queda una opción: ayudar a su cuñada Gloria en su nueva agencia de contactos. Una farsa en la que Hugo tendrá que convertirse por un día en el hombre soñado por cada una de las mujeres que acuden a su despacho en busca de su media naranja. Es así como, a regañadientes, se convierte en su primer caso en Miguel Ángel, abogado de éxito, inteligente, culto, sensible, el ideal de hombre de Ana María, una pastelera soltera que suspira por encontrar pareja. Todo va bien hasta el momento en que Hugo se percata de que Ana María se puede estar enamorando verdaderamente de él y decide tirar de la manta. Probablemente no se trata de la mejor idea que ha tenido...
El “amor de tu vida” va viento en popa. Hugo es un verdadero camaleón. Hoy es un catedrático de lenguas muertas, mañana un crítico de arte y al otro un intelectual. Para lavar su conciencia, alimenta generosamente el cepillo de la iglesia del padre Francisco, que se muere de ganas de conocer más detalles de sus aventuras. Hugo enamora y desenamora a las mujeres con una facilidad pasmosa hasta que da con Susana, una mujer con la que no funciona ninguna de sus tretas. La mujer se resiste a plantarle por más que Hugo se muestra grosero y maleducado. En este asunto quizás no sea sólo Hugo el que miente sobre sus verdaderas intenciones. Para complicar aún más las cosas surge un inconveniente no previsto por Hugo: Silvia, la profesora de su hijo. Cada vez que se ven se produce un encontronazo entre ambos, y Hugo empieza a tener la sensación de que esta chica no le deja del todo indiferente. A Gloria, su amante Ramón la deja colgada en plena convención del partido en un hotel. Es la gota que colma el vaso y corta definitivamente con el político.
Sofía, una mujer separada con dos hijos, acude a la agencia de Gloria convencida de que ha llegado el momento de buscar de nuevo el amor. En plena primera cita, Hugo se ve arrastrado a una fenomenal bronca de Sofía con su ex donde descubre que la abandonó por una mujer más joven, y que, resentida con él, la mujer no le permite ver a sus hijos. Desoyendo el consejo del padre Francisco, Hugo intenta ayudarles mediando entre la pareja. Mientras, en el AMPA del colegio de su hijo, Hugo se mete en problemas cuando, como experto en recursos humanos, le piden que les ayude a despedir a una profesora que, al parecer, ha golpeado a un alumno. El chico es precisamente el mejor amigo de Chema. Todo se complicará cuando averigüe que la profesora es Silvia, con quien planeaba una primera cita. Gloria, por su parte, tras su ruptura con Ramón, está decidida a olvidarse de los hombres.
Las habilidades de Hugo serán puestas a prueba por la última clienta de Gloria, Jimena, una mujer áspera, de difícil carácter y un temperamento de mil demonios. Hugo cree descubrir el talón de Aquiles de Jimena, su afición por un conocido cantante, y decide llevarla a un recital del músico por sorpresa. Lo que no sabía es que el motivo de su fijación por ese cantante es que habían sido pareja, y que lo suyo no acabó precisamente bien. Para empeorar las cosas, descubre entre el público a Silvia, a la que previamente había engañado para acudir al concierto… Mientras, Gloria ha decidido volver al ruedo emocional, y con ayuda de Chema, busca entre sus antiguos pretendientes, a través de las redes sociales, en un regreso al pasado nada satisfactorio.
Silvia le ha puesto de penitencia a Hugo por sus mentiras que ayude en la organización de un baile escolar. En los preparativos, Hugo tiene que sufrir a Peláez (Carlos Areces), un pelma de manual y un auténtico friki de las calderas de combustión estancas que le vuelve loco con su conversación. Además, Chema anda con mal de amores y amenaza con no ir al baile. Gloria, por su parte, se ha propuesto que su mecánico y amigo (Joaquín Reyes) recupere al amor de su vida (Almudena Cid). Para ello no se le ocurre otra cosa que secuestrar al perro de la pareja, su único vínculo de conexión y al que ambos quieren como a un hijo, para que su búsqueda sea la excusa perfecta para que se reencuentren.
Hugo mantiene en secreto su relación con Silvia a su hijo. Evita por todos los medios el momento de decirle la verdad, agotando la paciencia de su pareja, hasta que ésta le da un ultimátum. Mientras, un caso insólito llega a la agencia de Gloria. El cliente es un joven interesado en buscarle pareja a su esforzada madre, que ha renunciado a encontrar el amor desde que enviudara 15 años atrás, dedicada a criarle sin más ayuda que la de su mejor amiga desde la infancia. Pero tras una primera y fracasada cita, Hugo y Gloria averiguan que ambas amigas son, en realidad, pareja, y que la madre no ha tenido el valor de decirle la verdad a su hijo.
Hugo trata de encontrar el amor de juventud de Julieta, una mujer marcada por su pasado: Julieta y Darío, su novio de juventud, prometieron volver a encontrarse en un parque si después de 30 años no habían encontrado un amor como el suyo. Ella cumplió y fue al encuentro, pero él no. Hugo investiga el paradero de Darío y la razón por la que no se presentó a la cita: mientras Julieta se ha convertido en una mujer de éxito y sigue siendo muy atractiva, Darío, sin embargo, no pasó de fontanero, perdió pelo, ganó kilos y no se atreve a enfrentarse a su antiguo amor. Mientras, Silvia sigue sin ser aceptada por Chema, más cuando avisa a Hugo de que una chica que ronda a su hijo en el instituto, y que no es trigo limpio. Gloria se alía con su sobrino contra Silvia. La guerra entre las dos mujeres está servida.
Silvia recupera el contacto con una amiga, desolada por su enésima ruptura sentimental. Tras dar fortuitamente con una tarjeta de la agencia de Gloria, pone en contacto sin querer a su amiga con Hugo. Éste tarda en descubrirlo y, sin saberlo, es invitado a la misma fiesta por ambas amigas por separado: las dos quieren presentarse mutuamente al hombre de su vida. Mientras, Gloria no sale de su asombro cuando descubre que la clienta que se presenta en su agencia es Miriam, la esposa de Ramón, que ha descubierto una tarjeta de la agencia en una chaqueta de su marido y sospecha que así ha conocido a la mujer por la que piensa abandonarla. Gloria se presenta en el despacho del político dispuesta a caer en sus brazos y descubre que es su secretaria con la que está liado. Le cuenta toda la verdad y ambas deciden que es el momento de la venganza.