Siempre han operado en la sombra de la ciudad de la Mezquita, pero ahora, la Secta del Flamenquín no tiene miedo a llamar la atención. Un joven y prometedor chef ha reinterpretado la receta del flamenquín y la secta ha aparecido para castigarle. Secuestros, la ciudad tomada por pintadas amenazadoras como “Volverán los bares de serrín” y un plan mucho peor, pesan sobre la ciudad a poco de que comiencen los Patios, momento en el que Córdoba es mirada por el mundo entero.