Tres soldados dialogan en una trinchera de la Primera Guerra Mundial hasta que cae una bomba de gas. Robert logra colocarse una máscara y sobrevive, aunque llega a aspirar el gas tóxico. Remo pone a prueba la fórmula que le dieran los Anarquistas. Cuando está realizando el experimento aspira algo de fosgeno. Pocos segundos después, mientras trata de recuperarse, Robert golpea a su puerta. Le cuenta que ha sido gaseado en una trinchera y que está a punto de morir. Remo intenta desentrañar al fantasma, trata de entender racionalmente desde dónde viene y, al mismo tiempo, entra en su juego. Le cuenta que está trabajando en el desarrollo del fosgeno. Hablan de los diversos gases y del destino de sus inventores. Robert nombra al Astrólogo y perturba a Remo; luego intenta disuadirlo, está a tiempo de dar marcha atrás con su invento, de evitar muertes de inocentes. Apela a la infancia de Remo, al dolor, a su padre. Remo se termina quebrando en sus brazos, ve en el fantasma a su propio padre. Dice que va a destruir todo. Robert se ofrece a hacerlo y regresa al laboratorio.