En el hospicio de Luján, Ergueta tiene una epifanía: Cristo se le aparece y le pide que lo siga. En la pensión, Remo comparte un desayuno con Doña Ignacia y María. Mientras la dueña de la pensión le pregunta cuándo irá a casarse con su nieta, Remo imagina escenarios extravagantes para la pareja, que asustan un poco a la señora. María se ofrece a pasar el día acompañándolo, pero Remo se la quita de encima, de manera humillante. Tras no lograr concentrarse en su pensión, Remo va a visitar a Haffner, para forzarlo a recibir el dinero que el Rufián le prestara apenas lo conoció. Pero Haffner se niega a aceptarlo, y le blanquea de manera indirecta su decisión: se irá de la Sociedad Secreta.