La acción se desencadena cuando Paco, perseguido por unos mafiosos a los que debe dinero, se refugia en su antiguo barrio y se presenta en la casa de su hermano con la intención de robarle el pasaporte, la ropa de sacerdote y así cruzar disfrazado la frontera. Sin embargo, su hermano Ángel le sorprende y antes de que Paco pueda darle ninguna explicación irrumpen sus perseguidores que, desconcertados por no poder distinguir a los hermanos, deciden llevárselos a los dos. Cuando el vehículo en el que viajan sufre un grave accidente y el clérigo queda en coma, Paco da un paso más en su descabellado plan y recala en el barrio de su infancia, del que Ángel es párroco, con la esperanza de que cuando la situación se calme sus perseguidores le dejarán en paz.