Al pedirle un simple deseo a una estrella fugaz, Gonzalete nunca imaginó que al día siguiente, todo el mundo cambiaría de repente. La recesión mundial se acabó y aparentemente el mundo era perfecto en todo sentido. Pero Wendy, Queca y Tony empiezan a creer que el fin del mundo está cerca (coincidiendo con la llegada del año 2000 en ese tiempo, como la guerra de las máquinas) y por ello empiezan a tomar decisiones alocadas.