De un día para otro le dijeron que su salario pasaba de 1.100 euros a sólo 640. La gestión de la Lavandería Central Hospitalaria de la Comunidad de Madrid pasaba a depender de una empresa privada, y sus condiciones salariales, como las de sus compañeros, empeoraron súbitamente. Tras más de 40 días de protestas, sueldos como el de Petri Delgado, madre de dos hijas, se han quedado en unos 800 euros. Las consecuencias de una rebaja salarial, en primera persona.