Además en este capítulo Clara conversa con Francisco Valenzuela sobre la situación de Pablo y el intento de suicidio. La madre de Ignacio Goycolea cree que no fue su intención matarse y que la presión a la que ha estado expuesto últimamente le jugó una mala pasada. Concuerdan que el fin que buscaba solo fue llamar la atención de su familia. Valenzuela pone en duda internar a su hijo como se había planeado antes de la intoxicación, con el fin de estar cerca de él para apoyarlo. Hans continúa reclamando atención médica por la herida que le causó Carvacho. Fuenzalida le promete que antes de la formalización lo atenderán. En esa conversación Hans amenaza al comisario con que tiene pruebas contra todos los que participaron en la red de prostitución infantil. Fuenzalida le dice que debe irse y que luego de la formalización habrá una persona esperándolo para trasladarlo a Argentina. Sofía vuelve a la casa de Carvacho, el detective le promete que la angustia terminará muy pronto confesándole que tiene todas las pruebas de quién es el asesino de Ignacio Goycolea y que las presentará al fiscal nacional. Fuenzalida habla con Carvacho sobre la noticia de que su esposa volvió y le da instrucciones de cambiar su versión en el caso de Hans. “No hubo pistola y que él se confundió al verlo” Fueron las indicaciones. Maite visita a Pablo en la clínica. Él ya recuperado de su intoxicación le pide perdón a su madre quien le pide que le prometa que no volverá a hacer algo así. Fuenzalida tiene fotos de la reunión entre Carvacho y la hermana de Loreto. En una reunión en la brigada le pregunta al detective de qué hablaron, Carvacho le comenta que ella quiere información de la muerte de su hermana. El comisario amenazante le dice que luego de la conversación ella no volvió a su casa y que tampoco fue a trabajar al día siguiente. Fuenzalida le dice a Carvacho que ya la van a encontrar y ahí se darán cuenta si es é