El término “románico”, para designar el arte que se desarrolla entre finales del siglo X y el siglo XIII en el centro y sur oeste de Europa, fue propuesto por primera vez en 1824 por el arqueólogo francés De Caumont.
Los monasterios fueron durante el románico los principales impulsores del nuevo arte.
Segundo programa dedicado a los monasterios románicos en el que se enseña como era la vida monástica y como eran los espacios en que se desarrollaba. A través de los monasterios que mejor se han conservado se visitan las salas capitulares, claustros, dormitorios, cocinas, molinos, iglesias y huertos en las que los monjes hacían su vida cotidiana.
La característica más sobresaliente del arte románico es su ruralidad. Las llamadas tierras de nadie al Norte del río Duero fueron repobladas durante los siglos XI y XII por cristianos del Norte de la Península, de Portugal y de Francia.
La aportación más importante de la espiritualidad románica fue la creación de un código moral sobre el que poder levantar un nuevo orden social, una nueva civilización, la cristiana.
El diablo viene a ser un enviado de dios para poner a prueba la fe del cristiano. En estos siglos en los que la iglesia esta estableciendo un nuevo código moral para unir a los cristianos, la función del diablo y los castigos del infierno serán ejemplares. Los monjes y los artistas del románico llevan al pergamino y a la piedra la palabra del antiguo y nuevo testamento y a la hora de plasmar al diablo y sus castigos sus representaciones están influidas por el arte bizantino y árabe.
El románico en Castilla y León se ha identificado siempre con la imagen de la pequeña iglesia rural.
El arte románico, en nuestro país, se desarrolla en paralelo a la Reconquista del territorio hasta entonces en poder de los musulmanes.
En la Alta Edad Media cualquier momento era idóneo para olvidar la dureza de la vida cotidiana, las fiestas siempre estaban asociadas al calendario y las faenas agrícolas, del carnaval a la vendimia. Se habla de algunos juegos que practicaba el pueblo y también la nobleza, que, además, dedicaba parte de su tiempo a la celebración de torneos y a la caza con rapaces, como ha quedado reflejado en multitud de capiteles de iglesias románicas. Los juglares, acróbatas y danzantes fueron el antecedente de los espectáculos teatrales posteriores. Música religiosa y popular ejecutada por músicos que con sus instrumentos conocemos a través de las imágenes en piedra que los canteros han dejado en las portadas de las iglesias románicas.
Una muralla en la lejanía es la impronta que las ciudades románicas han dejado en nuestro paisaje actual. Tras una primera idea general sobre la forma de una ciudad de la época, este episodio muestra los cuatro tipos de ciudad medieval que pueden distinguirse según su origen y las condiciones de su nacimiento: las ciudades defensivas (como Ávila), las capitales comerciales (León, Burgos), las ciudades camino (Castrogeriz) y las bastidas, diseñadas de nueva planta (Briviesca).
Segundo capitulo dedicado a las ciudades románicas. Las murallas son una de las características de las ciudades medievales. Se observan detalles de las construcciones románicas. Además, se muestran ciudades como Segovia, que conserva una significativa colección de arquitectura civil medieval, se recorren diferentes barrios representativos de la ciudad como el de los caballeros y de las canonjías, también se muestran algunas construcciones religiosas en la ciudad de Soria y por ultimo, se visita salamanca, como ejemplo de la apertura que las ciudades significan en una sociedad fundamentalmente agrícola e inmóvil durante siglos.
En el mundo medieval las gentes pasan la vida sin conocer otra tierra que aquella en la que han nacido, aunque con excepciones como los pastores, los clérigos, los artistas y la gente de armas. Además, participan en alguna romería que puede llevar uno o dos días de camino desde su aldea. La gran excepción a la inmovilidad medieval es el Camino de Santiago.
En este capítulo se muestra la interrelación y el románico en Asturias, fusionando formas arquitectónicas y decorativas, para acabar con toda una serie de ejemplos del románico rural posterior, tan característico en el paisaje asturiano.
Documental sobre el arte románico en Cantabria, que gira en torno a tres ejes: El beato de Liébana, las iglesias rupestres de Valderedible y las grandes colegiatas de Santillana y San Martín de Elines. Y además, el monasterio de San Juan de Piasca y las numerosas iglesias construidas en los valles lebaniegos por los primeros repobladores cristianos.
En este episodio nos acercamos a la aportación al románico más genuinamente española: el construido con ladrillo. Lo veremos en la comarca castellana de tierra de pinares, situada a caballo entre Segovia, Ávila y Valladolid.
Recorrido por el románico levantado en tiempos de los primeros reyes aragoneses, desde el Valle de Echo hasta el enigmático "Reino de Berta", pasando por Jaca, Huesca y por el excepcional monasterio de San Juan de la Peña.
Este episodio recorre las huellas de las construcciones románicas que hicieron los monjes benedictinos desde que llegaron a este reino con Sancho III El Mayor, así como, las que se levantaron en torno al Camino de Santiago desde Roncesvalles hasta Leire y Sangüesa.
La comarca burgalesa de Las Merindades, origen de la palabra Castilla, conserva aún más de 150 testimonios románicos. Veremos desde el eremitorio de Tartalés de Cilla hasta el monasterio de San Pedro de Tejada.
Tierra de santos y ermitaños. En sus tierras se dan el mayor numero de eremitorios rupestres de la España cristiana de entonces. San Millán de la Cogolla, Santa Mª La Real de Nájera fueron el origen de hechos tan importantes como el nacimiento de la lengua romance castellana y del desarrollo de los lagares de vino, imprescindible en la vida monacal. Además, continuaremos con las construcciones románicas que se alzan alrededor del Camino de Santiago.
Fue el arte de la monarquía asturiana, dejando como maravillosos ejemplos. San Miguel de Lillo, Sta. María del Naranco.
La comarca aragonesa de las cinco villas, situada al norte de Zaragoza, ofrece un vistoso románico de reconquista construido sobre lo mas alto de sus colinas. Partiendo de luna llegaremos hasta Sos del rey Católico, pasando por la villa medieval de Uncastillo.
La Ribeira Sacra, situada a lo largo del curso final del río Sil y del medio del Miño (en las provincias de Lugo y Orense) alberga la mayor concentración de monasterios románicos de toda Galicia. Además, situados en medio de unos paisajes espectaculares.
En el valle de Boí el ingente número de iglesias románicas, muy influidas por las fórmulas lombardas, destacan por sus altas torres-campanario y, sobre todo, por las pinturas murales conservadas en el Museo Nacional de Arte Románico de Cataluña: San Clemente y Santa María de Taüll y Sant Joan de Boí. El románico de Arán, mucho más transformado, conserva numerosas iglesias en un paisaje de montañas extraordinario: Artiés, Bassòst, Escunhau, Salardú...etc.
El románico en Álava y Treviño es sencillo, eminentemente rural y muy tardío. Armentia y Estíbaliz son los dos monasterios señeros y van a influir en toda la región: Argandoña, Lasarte, Zalduondo, Contrasta, Lopidiana, Marquínez, son algunos ejemplos.
Pontevedra, tierra de invasiones romanas y normandas, desarrolla un románico tardío, finales del XII, con numerosos ejemplos que van desde la Catedral de Tuy hasta los impresionantes monasterios de Armenteira, Carboeiro o Acibeiro, pasando por un gran número de iglesia rurales como la de Breixa.
El románico de los antiguos condados de Sobrarbe y Ribagorza tiene una particularidad: su emplazamiento imposible, está literalmente colgado de sus montañas.
Guadalajara posee un románico tardío y rural con las grandes excepciones de sus centros de poder, Sigüenza, Atienza y Molina de Aragón.
Segundo programa dedicado al arte románico en Cantabria. Se hace un recorrido por iglesias y colegiatas de pueblos y villas, en el valle del río Besaya y en los puertos de la cornisa cantábrica.
Los monjes benedictinos comenzaron su implantación en España a través de Cataluña, que aun conserva un riquísimo patrimonio de sus monasterios. Veremos los mejores.
Los monasterios de Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges forman los tres vértices mágicos de la Orden cisterciense en Catalunya. Poblet, Panteón de Reyes, cobija los sepulcros de buena parte de la nobleza y realeza catalanas. Santa Mª de Vallbona pertenece a la rama femenina de la Orden del Císter, Santes Creus, donde no existe comunidad de monjes en la actualidad, también conserva diversos sepulcros reales y en él se puede disfrutar del Palacio Real, una auténtica maravilla de la arquitectura civil gótica y una muestra más de la importancia que alcanzó este monasterio.
En el norte de Palencia podemos admirar un románico rural excepcional. Además en esta zona tenemos la mayor concentración de románico de nuestro país.
Documental dedicado al arte románico de la provincia de La Coruña, siguiendo el camino de Santiago desde Santiago de Compostela hasta el Cabo de Finisterre (Fisterra). Santiago de Compostela no es solo el final del “Camino” que todos conocemos, sino el comienzo de otro: el que lleva a Finisterre.