En una excursión por el monte, Alba se encuentra con el fantasma de Aitor, un joven de 14 años que murió hace tiempo mientras participaba en una carrera de enduro celebrada en Bellavista. El joven piloto no ha conseguido avanzar hacia la luz porque aún no es consciente de que pertenece al mundo de los muertos. Para Alba, ésta será la primera vez que tenga que enfrentarse a un fantasma sin la ayuda de su abuela. A lo largo de la investigación que rodea a Aitor, Alba conoce a Gabriel, el encargado del Archivo Municipal, un hombre oscuro y misterioso que se revelará como una gran ayuda en sus misiones. Aunque Alba intente centrarse en su misión, parece que otras fuerzas le llevan a acercarse cada día más a Pablo. Para Alicia, la joven que comienza a percibir extrañas sensaciones similares a las que Alba sentía de pequeña, tampoco es fácil. Las visiones que le asaltan desde el incendio son cada vez más persistentes y la niña no es capaz de evitarlas. Ni ante su padre ni ante sus amigas. Además, Alicia descubre que estas visiones tienen algo en común con las de Alba: un espíritu oscuro que, oculto tras una máscara, aparece en una sombría arboleda.