Alberto Chicote acude a la llamada 'María la portuguesa'. Se encuentra ubicado en el centro de Madrid, la zona más turística y con más potencial de la capital para la hostelería. Pero tiene una inusual particularidad: está prácticamente vacío. Alberto Chicote acude a este restaurante de tradicional comida lusa que, con sólo unos meses de vida, ya está cayendo en picado y tiene pocas perspectivas de futuro. Causas no hay sólo una pero la más evidente recae en su dueña, una emprendedora portuguesa que pasa la mayor parte del tiempo en su otro negocio y que ha dejado al restaurante en manos de su singular socio, que tiene todo descontrolado. Una plantilla inexperta y frustrada y uno de los mayores despropósitos culinarios que haya visto Alberto Chicote en su extensa trayectoria en Pesadilla en la cocina, la francesinha – el típico sándwich portugués – que se prepara en el restaurante, son otros de los ingredientes que hacen de este negocio un verdadero disparate hostelero.