Obras monstruosas que provocan derribos de viviendas, vertederos inmensos que dejan sin futuro comarcas enteras, proyectos contaminantes que condenan playas, paisajes y barrios. ¿Quién paga el precio del progreso? La comida rápida que consumimos, el piso o el hotel donde vamos de vacaciones, la basura que tiramos o los productos de la huerta que comemos... tienen su cara oculta. laSexta Columna se va de ruta por las llamadas “zonas de sacrificio” de España, lugares que se deterioran para que otros prosperen. En San Fernando de Henares (Madrid), las obras de un metro electoralista han sacado de sus hogares a cientos de familias; las ‘cocinas fantasma’ amargan con olores y ruidos a los vecinos que sufren las ansias de comida rápida; en Nerva (Huelva), un vertedero se llena de basura procedente de otros países mientras la comarca se vacía; en la Bahía de Portmán (Murcia), toneladas de residuos mineros arrojados al mar durante décadas han contaminado el entorno y las soluciones no llegan.