El Mar Menor se deteriora a toda velocidad. La actividad voraz de empresas acaba con un entorno idílico. Y no es un caso aislado. Investigamos otros desastres en Huesca, Tarragona o Lugo, donde el mar o los ríos se han convertido en potenciales vertederos. Los excesos de la minería, de la construcción y del turismo han perjudicado durante décadas a la biodiversidad del Mar Menor, pero los efectos de la actual sobreexplotación agrícola podrían ser irreversibles.