Las enfermedades de transmisión sexual se disparan, el acceso al porno es cada vez más precoz y los jóvenes reproducen en su vida sexual lo que han visto en Internet. Tenemos que hablar más de sexo y hacerlo sin tapujos. La gonorrea se ha quintuplicado en diez años, la sífilis se ha duplicado y el SIDA repunta. Los jóvenes repiten imprudencias que creíamos superadas. ¿Falta información o prefieren ignorarla? ¿Por qué se nos ha olvidado el riesgo del sexo sin protección?