Científicos de todo el mundo confían en curar todas las enfermedades y acabar con el envejecimiento. Y esta vez creen que lo van a lograr. Las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo millones de euros para hacer realidad el sueño de la inmortalidad. La robótica, la manipulación del genoma y la revolución de los órganos artificiales pueden convertir la muerte en opcional.