Los efectivos de homicidios investigan el caso de Candela, divorciada y madre de dos niños, que se ha convertido en la nueva víctima del Cazador. El equipo de Eva se encarga de su misteriosa desaparición junto a la de sus dos pequeños, Víctor y Hugo, de siete y cuatro años respectivamente. Tras constatar que Candela ha encerrado a sus hijos en una leñera sin agua ni comida, tal y como hacían sus padres con ella durante su infancia, Sóller y Eva tratan de localizar a los menores antes de que sea demasiado tarde. Varias pistas permiten a los efectivos seguir el rastro de la mujer hasta que poco después hallan su cuerpo sin vida. La inquietud comienza a hacer mella en Sóller, que afirma que el Cazador ha concluido su ciclo, por lo que las esperanzas de encontrar vivos a los niños se reducen cada hora que pasa. Determinados a salvar a los menores, Eva y Sóller siguen una pista. Su profunda implicación en el caso, unido a nuevos y sorprendentes descubrimientos, les lleva a replantearse su visión sobre el Cazador.