A Raquel le parece bien pedir perdón cuando se equivoca. Henar reconoce que a ella le cuesta un poquito más, pero lo que de verdad le preocupa de sus errores es que le pillen. En este capítulo las dos rubias nos plantean por qué solemos tropezar varias veces en la misma piedra y si nuestras equivocaciones nos sirven para aprender o si realmente decimos esto solo para consolarnos después de cada cagada. En su sección, Carlos no se equivoca al compartir algunos hacks sobre el patriarcado que pueden ayudar a los tíos que aún no se han empezado a deconstruir.