La noche empezó con el host de la semana, Patricia Conde, demostrando su condición de treintañera tristona al ver que sus amigos se casaban y ella estaba más sola que la una. Lo cual, provocó que más de uno en su casa pensara: "¡Ay! Si tú quisieras y yo me dejara...". Parecía que la noche no iba muy bien para la guapa presentadora, ya que en el monólogo inicial demostró su mal estado de ánimo pagándolo con un señor del público.