El final de la autarquía económica trae consigo otro final, el de la cartilla de racionamiento. Pan, aceite y carne se convierten en bienes a los que puede acceder todo el mundo de forma natural. Con el auge del turismo comienza la llegada de nuevas costumbres, por lo que se organiza un “vía crucis” en penitencia por los pecados de inmoralidad cometidos en las playas. Y el Barcelona arrasa en Liga y en Copa del Generalísimo, gracias a la incorporación del húngaro Ladislao Kubala.