Un centenar de personas jura que Martín Baumer, antiguo boxeador caído en el olvido, ha asesinado a su viejo amigo Horacio Ridakis de una puñalada por la espalda en las escaleras del metro. Martín sostiene que es inocente y, durante su conducción al juzgado, se evade. Una gran ciudad engulle al fugado. La policía inicia la caza del hombre.
Aliases
- Balada para un hombre solo
Estamos en la posguerra española, años 60 en Zaragoza, en un gimnasio de barrio donde se entrenan varios boxeadores. El promotor aparece y juzga inmediatamente a sus boxeadores: "Éste está acabado, éste aún puede hacer algo". Martín Baumer (Hans Meyer) está en el ring, entrenándose. Es el esparring, un antiguo boxeador acabado que ya no es capaz ni de moverse. Un chaval flacucho y esmirriado está como quien dice, acariciándolo, mientras el entrenador anima a Martín para que se mueva y haga su trabajo. Llega un momento en que Martín se harta y le pega un buen puñetazo al principiante, al que deja tumbalo - el entrenador le dice que sus tiempos ya han pasado y que no puede acabar de esa manera con los principiantes como Bobby.Martín recibe una llamada de teléfono. Es un antiguo amigo, Horacio Birakis, que le pide que no le guarde rencor, ya que el asunto es de vida o muerte; al final, Martín se ablanda y dice que saldrá esa noche en el tren exprés para Madrid
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